Preguntas frecuentes sobre tratamientos de botox

La aplicación dermatológica de la toxina botulínica ofrece claras ventajas frente a otras prácticas estéticas que tienen el mismo objetivo: disimular los pliegues de la piel, principalmente en la frente, en el contorno de los ojos, en el entrecejo.

El Bótox da nombre al tratamiento estético que consiste en inyectar la toxina botulínica en los músculos faciales, produciendo una relajación de los mismos, atenuando y eliminando las arrugas que se producen debido a una contracción excesiva de los mismos.

Los tratamientos con tóxina botulínica están indicados para atenuar las arrugas de expresión o arrugas dinámicas. ​Sus efectos duran entre seis y ocho meses de media y está contraindicada en caso de embarazo, personas que presenten sensibilidad a la toxina o a cualquiera de sus excipientes y personas con miastenias.

No realizar ejercicio físico intenso ni aquel que te haga estar boca abajo (algunas posturas de yoga, por ejemplo) durante las horas siguientes al tratamiento. No colocarse en posición horizontal al menos durante cuatro horas tras el tratamiento de bótox.

Después de inyectar el botox empieza hacer efecto entre las 48 y 72 horas. El paciente nota que no puede contraer el músculo por más que lo intente. Ese efecto se vuelve total o completo entre los 7 y 10 días después de que se inyectó.

El segundo factor es el incremento de la tasa metabólica, que potenciará un paulatino cambio en la forma corporal. Aunque de forma inmediata el paciente aprecia el moldeado de la zona trabajada no será hasta los 3-6 meses cuando se observan los resultados definitivos.

Se suele llevar a cabo en una sola sesión, pero es necesario una segunda visita médica a los 15 días aproximadamente para valorar los resultados y decidir si alguna zona necesita refuerzo.